El ermitaño. Una carta que está impregnadade misterios y mucha
sabiduría. Representa como tal un periodo trascendental en la vida del ser
humano, en donde abandonamos todos nuestros elementos que nos conectan al mundo
consciente y físico, para adentrarnos a los aspectos más sutiles de nuestro
ser.
Este naipe es una clara
alusión a los misterios y la sabiduría hallados en nuestros interior, no por
nada tiene cierta relación con la Sacerdotisa (símbolo del misterio y la
intuición), además de ser un naipe que nos conecta mediante el silencio y el
trabajo interior, con los mecanismos para encontrarnos a nosotros mismos y así
llegar a la cima tan igual se muestra en el diseño de Rider-Waite. Ya nos dijo
este autor en su libro la expresión «donde yo estoy, tú puedes estar», haciendo
clara referencia a la carta del Ermitaño, pues así como éste puede ser el
hombre que se aísla para encontrarse a sí mismo y encontrar su propio sendero;
así también puede ser el guía y el ser sabio que nos enseña llanamente los
arduos misterios de la evolución.
A continuación hablaremos
de la simbología del Ermitaño en las cuatro barajas que estudiamos:
EL ERMITAÑO DEL TAROT RIDER-WAITE:
Lo primero que vemos en esta carta y lo que más nos llama
la atención, es la presencia de un anciano que ocupa gran parte del espacio.
Vemos que este hombre parece estar parado en la cima de un monte frío portando
una linterna y un bastón, además su estructura corporal parece algo encorvada,
como en una fina expresión entre la meditación, la tristeza y la observación.
La barba que vemos en su rostro
nos habla inmediatamente de la experiencia y la sabiduría de este ser, no por
nada es un Ermitaño, conocedor de grandes historias y secretos. Él además lleva
un traje gris, con el que cubre casi todo el cuerpo, este traje aparte de
representar la austeridad es también una clara alusión a su protección: él está
tan centrado en sí mismo y sus experiencias, que se protege de cualquier
influencia externa. Lleva en su mano izquierda un bastón, que algunos autores
mencionan que es la misma vara que portaba el Loco inconsciente y el Mago en su
labor, aquí el Ermitaño la lleva en su mano, tocando el piso para hacer
contacto con lo terrenal, con el mundo, pues a pesar de estar alejado de él y
ensimismado en sus propias experiencias, no ha perdido contacto con la
realidad. En su mano derecha lleva una linterna (que para los Wicca nos
recuerda la lámpara del druida que ilumina el sendero). Curiosamente esta
lámpara no lleva ni un foco ni una vela, sino una estrella de seis puntas, la
cual es un antiguo símbolo que se usaba para explicar la unión del agua y el
fuego (triángulo hacia abajo y hacia arriba respectivamente) y que representaba
las dualidades de la vida. Esta estrella de seis puntas aquí representa la
intención de este Ermitaño que parece ser doble: por un lado se aísla del mundo
para crecer él y encontrarse a sí mismo (inconsciente), pero por el otro,
también lo hace para encontrar respuestas y compartir estas experiencias con
los demás a forma de guía (consciente); por eso es que el hecho de encontrar
respuestas para él resulta tan importante.
El terreno por donde viaja es
frío, oscuro y hostil; este terreno puede simbolizar fácilmente la mente y el
inconsciente humano, que aunque sabemos no es característicamente así, sí lo
puede ser para quien por primera vez incursiona en terrenos nunca antes explorados,
como este hombre.
EL ERMITAÑO DEL TAROT DE MARSELLA:
El Tarot Marsella nos muestra
una versión un tanto parecida al Ermitaño Rider Waite, sin embargo, si nos
damos cuenta y vemos con detenimiento, notaremos que existen ciertas
diferencias entre uno y el otro que es de mucha importancia mencionar.
Aquí observamos que un hombre igualmente de aspecto mayor camina con una
misma postura corporal a través de un sendero. Va alumbrando el camino por donde
se dirige e igualmente se apoya de un bastón. Ahora bien, la túnica que lleva por
fuera es de un color azul, mientras que por dentro, resplandecen los colores
rojos y amarillos que denotan más bien el poder introspectivo de este arcano;
es decir, que mientras se protege con su traje de las influencias externas y del
mundo mediante su capa, al mismo tiempo cultiva su interior e inconsciente. Es
por eso que la linterna que lleva en su mano parece estar más oculta y más
apegada hacía sí mismo en esta baraja, en contraste con la versión de Waite que
más bien la apuntaba hacia afuera, dando a entender que la sabiduría y la luz
no sólo debe ser para uno mismo, sino también instruirla y difundirla a los
demás.
EL ERMITAÑO DEL TAROT BALBI:
En el Tarot de Balbi,
observamos a un mismo hombre de aspecto mayor que parece caminar de noche por
un sendero abandonado. Él, a diferencia de los anteriores, parece mirar su
situación con una expresión de mayor tristeza; aunque su mirada también se centra
en la linterna que porta en su mano derecha, como si ésta fuera su única esperanza
para llegar donde realmente quiere.
Los colores que más abundan
aquí son el Rojo, el Violeta y el Verde. El Rojo, que es el color que
prácticamente cubre al Ermitaño por completo, representa aquí la protección que
éste tiene ante el mundo que le rodea, y en segundo lugar, es su energía con la
que va paso a paso en su lenta trayectoria. El violeta es la energía
espiritual, que si nos fijamos bien, está tanto en lo alto como en lo bajo,
señalando que la energía espiritual del ermitaño es total y sus intenciones son
buenas. El otro color que abunda es el verde, y nos habla de las energías en
equilibrio, pues claro está que el Ermitaño en su postura lenta y sosegada por
el mundo, parece estar en paz consigo mismo. Cabe señalar que la linterna de
este hombre es igualmente una estrella, la cual significa una guía en el camino;
a ésta misma podemos verla repetida en la carta como el único punto luminoso
encontrado en el cielo.
El símbolo que tiene este
arcano es Neptuno; su letra hebrea es Teth, con un valor de nueve; y hay
quienes asocian este arcano con el signo zodiacal de Virgo, recatados y puros.
EL ERMITAÑO DEL GOLDEN TAROT:
En la versión de Golden Tarot, vemos que
el Ermitaño está representado por un hombre rodeado de un ambiente menos
lúgubre y más en contacto con la naturaleza, portando igualmente a su lámpara
del conocimiento. Está rodeado de varios animales, entre ellos los que más
destacan son en siervo, una codorniz y un gato. El hombre parece cuidar de ellos
con fervor y amor. Tanto su propia ropa como su postura, parecen demostrar completa
austeridad y altruismo, no por nada la misma autora dice comparar esta imagen –y
probablemente al arcano del Ermitaño en sí– con a San Francismo de Asís, el
hombre que mediante la doctrina religiosa enseñó los valores de la austeridad,
el sacrificio y el amor.
VALOR ARQUETÍPICO DEL ERMITAÑO:
Encontrar el valor arquetípico del Ermitaño puede no ser realmente
complicado, sobre todo cuando observamos bien los diferentes modelos de esta
carta y notamos que todos confluyen, colectivamente, a la imagen de un hombre
anciano y sobrio que mediante sus pasos parece tener la intención de
encontrarse consigo mismo.
La
imagen de un hombre mayor, con sobrias vestiduras y barba en su rostro, parece
remontarnos de lleno a los conceptos de sabiduría, experiencia y madurez; representándonos
inmediatamente a ese anciano sabio que nos encontramos en el camino, o
si queremos hablar más ajeno a nosotros, al mismo anciano que en los cuentos o fábulas
el héroe se encuentra para ser guiado por el sendero correcto. El Ermitaño es
precisamente todo esto, y no necesariamente debe ser guía externo, también puede
ser nuestro propio inconsciente quien nos hable a través de la meditación y los
sueños.
El
Ermitaño es el hombre sabio, el que nos empuja a aislarnos para conocernos a
nosotros mismo, o también, es la sabiduría ya lista y madura para que la
podamos exponer al mundo y ser escuchados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario