La
flor Honeysuckle por tanto, puede resultar tremendamente útil en una
personalidad bajo el influjo del Ermitaño, porque no sólo nos alivia la
tristeza y la soledad propiamente dicha de este arcano, sino que también, nos
conforta, nos enseña a desprendernos de lo viejo y tener la energía suficiente
para mirar nuestro presente y avanzar, tan igual como la imagen del viejo
Ermitaño que con su lámpara va avanzando hacia nuevos rumbos. Honeysuckle nos
invita a relajarnos, a ver la vida desde nuevas perspectivas, y como ya no
tenemos un pasado del que dependemos empecinadamente, tenemos la capacidad para
hacer mayores introspecciones a nosotros mismos, mayores análisis a nuestro
presente para planearnos y darnos un mejor futuro. Justamente lo que el
Ermitaño de la foto nos invita a que hagamos.
Es
por eso que en una lectura de Tarot, recetaremos Honeysuckle cada vez que el
Ermitaño nos aparezca en posición normal. De esta forma, estaremos ayudando
al consultante a pasar por ese periodo transitorio quizá un poco solitario para
él, de tal manera que le permitiremos trabajar libremente en sus propias
decisiones, en su propio camino, sin apegarse a sus ideas convencionales ni
mucho menos a sus situaciones pasadas que lo hagan resistirse al cambio. El
Ermitaño le brindará las herramientas para crecer, para ser alguien mejor;
Honeysuckle, permitirá que este proceso sea tremendamente correcto y
satisfactorio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario