La flor de los recuerdos. Honeysuckle tanto en sus características físicas
como en su aroma parece producirnos un efecto especial: evocar el pasado. De
alguna manera, esta esencia nos conduce por un túnel en el tiempo, y nos ayuda
a encontrar aquellas mágicas historias que vivimos con anterioridad, así como también,
los eventos alegres y tristes, causándonos un intenso sentimiento de nostalgia
que, mal trabajado o canalizado, podrían conducirnos a la infidelidad o, mínimamente,
a no disfrutar de nuestro presente.
Planta Honeysuckle sobre un muro |
Esta es una flor que se
desarrolla en climas cálidos, es trepadora y crece muy deprisa, cubriendo
árboles, pérgolas y muros. Honeysuckle provoca una sensación de «abrazo», el
abrazo del pasado, el cual nos puede atar a él e impedirnos ver la vida con
mayor optimismo.
Nombre Científico: Lonicera Caprifolium
Método de preparación: ebullición
Partes usadas para el remedio: flores
completas con tallos y hojas
Estados de ánimos principales que corrige:
-Nostalgia y melancolía profunda
-Añoranza obsesiva hacia el
pasado
-Idealización excesiva del
pasado
-Escaso interés hacia el
presente por estar siempre recordando
-Infelicidad
Flores Honeysuckle en estado silvestre |
-Constante deseo de volver a
empezar
Características propias de la flor y su cultivo: Honeysuckle
(Madreselva en español), es una planta trepadora que crece fácilmente y se
envuelve alrededor de diferentes estructuras, como árboles o construcciones.
Tiene preferencia por climas cálidos y no tiene mucha dificultad por crecer en
diferentes tipos de suelo. Sus flores tienen forma de campana, con colores que
van desde el rosa al blanco.
Análisis de la esencia floral Honeysuckle: Edward Bach dijo de esta flor lo siguiente: «para quienes viven absorbidos por el
pasado, que quizá fue una época de gran felicidad; o en los recuerdos de un
amigo perdido, o de ambiciones que no se han hecho realidad. Ya no esperan
mayor felicidad que la que han experimentado.»
Esta flor, como otras más, pertenece al grupo
de flores que el Dr. Bach clasificó para: el desinterés por el presente.
Y es quizá, en compañía de la flor Clematis, las dos más relacionadas a esa
tendencia de olvidarse del presente por vivir en otra época. En el caso de
Clematis, vimos que la persona tendía a perder su contacto con la realidad por
añorar momentos mejores que estaban por suceder (proyectarse hacia el futuro);
en el caso de Honeysuckle sucede lo contrario: la persona cree ya haber vivido
su máxima felicidad y por tanto sus pensamientos e interés se centran en el
pasado.
La personalidad que requiere de
esta esencia, entonces, tiene una fijación obsesiva y excesiva hacia el pasado,
provocando una dependencia hacia éste, volviéndolo indispensable de su propia
vida. A la persona se le vuelve imposible conectarse con el presente, en
consecuencia, genera una idealización a los momentos ya vividos y un rechazo
absoluto a lo que está viviendo.
Las características más claras
de un individuo Honeysuckle es su falta de superación, cuando tienden a
idealizan los momentos vividos, además de una clara dificultad para concentrarse
y analizarse profundamente. En cierto modo, este defecto en la personalidad no
es más que un mecanismo de defensa, refugiándose en el pasado para no tener que
enfrentar cualquier situación del ahora. Esta persona ignora la fluidez de la
vida, las experiencias, olvidándose de encarar su realidad, su presente.
Es común ver estos
comportamientos, nuevamente, en personas ancianas o mayores, aunque no es
propiamente de ellos. Honeysuckle puede evidenciarse en rupturas sentimentales,
pérdida de seres queridos, cambios de país, trabajo o vivienda. Es decir, es
una flor que ayuda igualmente a enfrentar el cambio.
Honeysuckle en una tarjeta de diagnóstico |
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