Dentro de las treinta y ocho esencias que componen todo el kit de Bach,
tenemos varias flores que están empleadas para los diferentes trastornos emocionales
ligados a la tristeza, sin embargo, si desglosáramos estas características,
podemos descubrir que esta tristeza puede provenir de muchos factores; uno de
los más importantes es el resentimiento y la amargura. En este caso con Willow
(o en español, Sauce) se habla de una amargura proveniente de principios bien
definidos, causados sobre todo por una insistencia en ver la vida de forma
negativa, rencorosa y a cierta inclinación de culpar a otros de sus propias
desgracias, cayendo siempre en la autocompasión e ideas de “mala suerte”.
Willow es un árbol
principalmente ligado a los estados emocionales, pues tanto sus características
físicas como esenciales nos remiten a un impulso de ver la vida de forma más
optimista, no por nada sus ramas son coloridas, flexibles y de fácil generación.
Incluso algunas especies se les llama “Sauce Llorón”, como si a través de su
nombre éste intentara recordarnos lo mal que nos vemos con una actitud triste,
y que debemos ver la vida con más amor, felicidad y sin culpas.
Nombre Científico: Salix alba vitellina
Método de preparación: ebullición
Partes usadas para el remedio: las ramas
más jóvenes, flores femeninas y masculinas
Estados de ánimos principales que corrige:
-Tristeza, provocada por una actitud pesimista
-Gran resentimiento contra
todos y una manera muy amarga de ver la vida
-Insistencia en resaltar los
aspectos negativos de las circunstancias
Flor Willow en estado silvestre |
-Tendencia a criticar a las
personas
-Convicción de tener mala
suerte y que el destino es cruel
-Tendencia a culpar a otros de
sus propias desgracias
-Rabia y rencor cuando otras
personas son felices o les salen las cosas bien
-Profunda desolación,
autocompasión
-Personalidad amargada, seria y
resentida
Características propias de la flor y su cultivo: Willow
es un pequeño árbol ornamental, con flores masculinas y femeninas. Su
característica física principal, como dijimos, es la presencia de coloridas
ramas y hojas que le dan un aspecto de gran felicidad; estos colores suelen ir
desde el amarillo pálido hasta el rojo intenso.
Este pequeño árbol está
vinculado a las emociones positivas, así también a la fuerza de regeneración,
flexibilidad y abundancia, pues sus ramas echan raíces con facilidad y pueden
crecer en muchos tipos de suelos. Su gran aspecto espiritual se vincula como
una consagración a la luna (¿la luna gobierna las emociones?) y por eso se
suele vincular al flujo sano de la vida y las emociones.
Análisis de la esencia floral Willow: El Dr.
Bach nos dice respecto a Willow lo siguiente: «para quienes han sufrido adversidades o infortunios y no los pueden
aceptar sin queja ni resentimiento, ya que juzgan la vida de acuerdo con el
éxito que les trae. Piensan que no han merecido pasar una prueba tan dura; que
la vida ha sido demasiado injusta con ellos y se vuelven amargados. A menudo
pierden el interés y se vuelven menos activos con aquellas cosas de la vida que
antes disfrutaban.»
El individuo cuya esencia que
necesita es Willow, se caracteriza por ser alguien de gran amargura y tristeza,
con una patológica inclinación a resaltar sólo el lado negativo de la vida.
Estos individuos suelen ser personas insatisfechas con su vida y casi siempre
culpan otros de sus propios infortunios. Es muy común que estas personas sean
excesivamente supersticiosas y se conciban siempre como personas repletas de
mala suerte. En cierto modo, viven siempre sumidos en la autocompasión.
Su manera de ser casi siempre
los hace comportarse frente a los demás como seres irritables, huraños,
depresivos y quejumbrosos. Es muy común ver este tipo de características en
personas de avanzada edad, que debido a sus experiencias y pérdida de seres
queridos, tienden a tomar este tipo de posturas.
En cualquier caso, son
proclives a proyectar una energía muy negativa, y aún peor, muy contagiosa. No
les interesa en absoluto entregar ni solidarizar, aunque no ponen impedimentos
a la hora de recibir, excusándose que es lo mínimo que merecen por ser
“víctimas del destino”.
Detestan que otras personas
sean felices, que tengan logros y estén sanas y conformes con su vida. Hay
cierta vena de envidia cuando esto ocurre y pueden actuar de manera malévola para
arruinar los planes o logros de otros. Además, suelen ser profundamente
rencorosos y albergan durante mucho tiempo resentimiento cuando alguien les
hace daño. Son incapaces de perdonar o pedir perdón.
Estos individuos necesitan
tener de manera urgente una guía espiritual, algo que les ayude a canalizar su
rencor y amargura hacia la toma de un sendero correcto que los lleve a
reconciliarse con el destino, y más aún, que los lleve a responsabilizarse de
sus propios actos, pues es bien sabido que nadie más que uno mismo es
responsable de todo lo que vive.
Flor Willow en una tarjeta de diagnóstico |
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