Y miró el cielo,
las estrellas y los árboles,
comprendiendo sobrecogida de amor,
Que ella era la
mujer, la divina y la madre,
la forjadora de
toda creación…
El arcano número tres
es la representación propia y conocida de la feminidad, así como de todo lo
que esto representa. Ya vimos con anterioridad que el arcano dos de la
Sacerdotisa representaba la parte más “oculta u oscura” de la mujer, así como
diversos patrones como la intelectualidad y la mente (más ligado a lo masculino).
Por lo tanto la Emperatriz significa más bien lo “abierto” de la feminidad,
donde no hay tanto análisis ni silencio; pues ella es expresión pura, es erotismo
y sensualidad, siendo sus motivaciones casi netamente emocionales e instintivas.
Su poder es más terrenal que espiritual, y su fuerza radica en lo visible, en
la naturaleza.
Su número es el
tres, un número poderoso que representa la trinidad, lo que se expresa después
de la unión del uno y el dos. En este caso, al juntar la fuerza solar y externa
del Mago (masculino) con la fuerza lunar e interior de la Sacerdotisa
(femenino), creamos la expresión de la Emperatriz, que se muestra como toda una
madre productora de la naturaleza y la abundancia de la tierra. Por eso esta
carta está rodeada de un hermoso paisaje, pues representa a la madre de toda la
vida.
LA EMPERATRIZ DEL TAROT
RIDER-WAITE:
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La Emperatriz, tarot Rider-Waite |
En este Tarot, vemos las
características más propias y resumidas de todo lo que hemos hablado de esa
carta. Lo primero que notamos es la presencia de una mujer que nos mira, tiene cabellos
claros al igual que el color del cielo, mostrando su lado más solar y expresivo
(como dadora de vida). Lleva un cetro y una corona, ambos símbolos de poder
pero ligado a los físico y terrenal. Su corona específicamente, lleva doce
estrellas de seis puntas, que en algo nos podría recordar a las grandes deidades
femeninas de las religiones, como Isis, Deméter, Afrodita o incluso la Virgen
María (coronada con doce estrellas); todo esto habla del “poder femenino” expresado
al máximo. Aunque debemos decir también, que las estrellas de seis puntas representan
la fusión de los opuestos: el fuego/agua o lo masculino/femenino.
La ropa de esta mujer es clara
y llamativa, y a su costado tiene un escudo con forma de corazón con el símbolo
de venus grabado en él, todo esto es la representación más pura y básica de la
Emperatriz ligada al amor y la feminidad. También su trono está lleno de
colores rojos y almohadones, aludiendo a la pasión y la sexualidad de ésta;
pues ella no es sólo madre dadora de vida, sino también es la amante que se
entrega a las pasiones.
Ahora bien, si hablamos un
poco del valor de la Emperatriz como madre, veremos que al parecer (en otras
barajas se notará más, como veremos) ella está embarazada; esto, junto a la
compañía de tan hermosos paisajes demuestran que la Emperatriz es la madre por
excelencia, la que es capaz de traer la vida y la expresión al mundo terrenal.
Así lo demuestran los campos de trigos, que no sólo hablan de las deidades
antiguas como Deméter que era la diosa de la agricultura, sino de la capacidad
de la Emperatriz de darnos la vida y los alimentos para subsistirla. Al igual
que el río que tiene atrás, y que representa cómo la vida se crea y fluye desde
ella.
LA EMPERATRIZ DEL TAROT DE
MARSELLA:
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La Emperatriz, tarot Marsella |
Si bien aquí encontramos
símbolos parecidos a la Emperatriz del Rider-Waite, tenemos unas cuantas diferencias
que siempre menciono, para que así nos hagamos una idea más global sobre cada
arcano.
Aquí la Emperatriz en primer
lugar aparece (como siempre en el tarot Marsellés), un poco más sobria a pesar
de su connotación abundante como vimos. Sin embargo si nos fijamos bien, su
embarazo se hace muchísimo más evidente; incluso la postura de esta Emperatriz
nos hace notar como si llevara una vida en su vientre. Su mirada sigue siendo
bondadosa, y su corona a pesar de no ser de estrellas revela su poder
magnánimo, al igual que el cetro que ahora lleva en su mano izquierda, la mano
del corazón; diciéndonos que ella más que gobernar la parte lógica, gobierna la
pasión, los sentimientos.
Su escudo ya no es un corazón
con un símbolo de venus, sino que está grabado con un águila, símbolo de poder.
Aquí nos dice que la Emperatriz a pesar de ser toda dulzura y amabilidad,
también es poderosa y tiene la fuerza tanto para proteger como para dominar a sus
hijos.
Su trono aunque es un asiento,
da la impresión que fueran alas, esto nos demuestra la elevación espiritual de
la Emperatriz, a pesar de ser una carta más terrenal y gobernante de lo físico.
LA EMPERATRIZ DEL TAROT BALBI:
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La Emperatriz, tarot Balbi |
En esta Emperatriz (muy
parecida a la del Tarot Marsellés), los colores que más abundan son tres: el
violeta, el verde y el amarillo. El violeta ya habíamos dicho que era el color
de la transmutación y del equilibrio interior. El verde, que es el segundo,
representa la perfecta armonía en todo. Y el amarillo era la fuerza y la
energía expresada al máximo. Es decir, la presencia de estos tres colores en la
Emperatriz, nos habla de una carta totalmente equilibrada, que nos brinda la
capacidad de expandirnos, pero siempre armonizando con todo.
Aquí también se nos muestran
símbolos que ya vimos en el tarot de Marsella, pero aquí más claros y más
representativos. Por ejemplo, vemos que ahora su escudo de fuerza protege su
vientre; también sus alas de espiritualidad ahora son claramente visibles; y tanto
su espalda como sus pies parecen tener un sol, dando a entender que ella está
iluminada y llena de gracia, además de que su fuerza es expresiva.
Aquí también hay otra cosa
importante: el símbolo que la representa es mercurio, el planeta de las
comunicaciones; en contraparte al Rider-Waite que vimos claramente que era
venus quien regía esta Emperatriz. Finalmente su letra hebrea, según este
tarot, es Guimel, con un valor de 3.
LA EMPERATRIZ DEL GOLDEN TAROT:
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La Emperatriz, Golden Tarot |
El simbolismo que le da la autora Kat Black a
este naipe es muy parecido al Rider-Waite, pues si nos fijamos bien, tienen un
sentido muy similar. Sin embargo, ella introdujo ciertos cambios para mostrar
más profundamente los matices en esta carta a la hora de interpretarla. En
primer lugar, la diferencia más notoria es el bebé que tiene en sus brazos, y
que obviamente hablan del amor y la maternidad, además que ella evidentemente se
encuentra embarazada. Los conejos, las frutas y toda la abundancia hablan de fertilidad.
El instrumento con que el bebé juega hablan del arte como creación, por tanto
hablan del gran poder creativo que tiene esta carta. Y por último los ángeles y
las guirnaldas de flores, nos hablan de la gracia divina que tiene la
Emperatriz para dar y proteger todas las formas de vida.
VALOR ARQUETÍPICO DE LA EMPERATRIZ:
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De izquierda a derecha: La emperatriz Rider-Waite, Marsella, Balbi y Golden Tarot |
Por su valor como mujer, como madre
y como feminidad expresada libremente, la Emperatriz es el valor arquetípico de
todo lo que es la mujer en su valor como madre y creadora. Ella no es quien
educa (ya veremos esta parte en el Emperador y el Sumo Sacerdote), pero sí quien
ama y protege a todos por igual. Ella es la mujer que trabaja por sus hijos, es
la fuerza que sustenta y protege un hogar con su amor. Ella es la madre naturaleza, cuya fuerza creadora es capaz de crear
toda la vida en la tierra, pues es quien da la vida y también da quien
brinda el sustento para mantenerla.
También la Emperatriz representa a la mujer, a la esposa, a la amante o
la señora de un lugar. Por ser mujer, está ligada a la belleza, a la
sensualidad y la sexualidad. Ella no teme expresar lo que siente, por tanto no
ama con lógica ni con la cabeza: ama con el corazón. Su pasión desbordante va
más allá del pensamiento, permitiéndose siempre dejarse guiar por la pasión,
las emociones y los sentimientos.