Mediante este ejemplo, deseo mostrar a todos ustedes, cómo se pueden
aplicar juntos una lectura de Tarot y una terapia floral de Bach. Los cuales
como ya dije en algunas entradas anteriores, funcionan muy bien bajo el método “diagnóstico-tratamiento”,
en dónde el tarot nos habla de las situaciones y lo que sucede con la
persona/personas involucradas; mientras que las flores de Bach nos dice de qué
manera nosotros cómo terapeutas podemos intervenir para ayudar a mejorar la
situación de esa persona que nos consulta.
Como en estos momentos sólo estamos viendo
Arcanos Mayores y su correspondiente relación con las flores de Bach,
seleccioné una antigua lectura que hice sólo con arcanos mayores y con pocas
cartas en la mesa, para que de esta forma, entendamos un poco más fácil como
cada carta puede representar una flor en particual.
NOTA: También puede darse el caso, claro está, de situaciones complejas
donde debemos colocar muchas cartas en la mesa (supongamos más de 10) y tanto
arcanos mayores como menores; en estos casos entonces ¿cómo seleccionaremos qué
flores de Bach darle al consultante, puesto que son muchas cartas y por tanto
muchas flores que debe tomar? Aquí lo que hacemos será entrar a reducir y
enfocarnos netamente en el verdadero problema; pero esto lo aprenderemos mejor cuando
ya estemos en temas más avanzados y complejos, como en la parte de los Arcanos
Menores. Por ahora mejor nos vamos con este sencillo ejemplo. Aquí va…
Primer ejemplo: “la señorita del control”
Este caso pertenece a una antigua lectura que hice a una joven cercana mía,
a la que llamaremos Sandra, quien me consultó porque había roto con su novio
(al que llamaremos Enrique), producto de que estaba aburrida de que la relación
de ellos nunca se formalizara ni llegara a nada. Me comentó que él era un chico
bueno, pero muy despistado, que no tenía atenciones hacia ella y parecía
comportarse en la relación con mucha indiferencia, incluso al punto de no
interesarle si se veían o no (en la versión de ella, claro). Por su parte
Sandra quería consultarme si regresarían o no, y sobre todo, si era conveniente para ella que se diera otra
oportunidad junto a Enrique.
Le eché las cartas y lo que apareció fue lo siguiente:
Carta Significador (arriba): La Sacerdotisa Tirada en sí (de izquierda a derecha): El Carro (invertido) + La Rueda de la fortuna + El Colgado |
Para esta lectura en particular, como era relativamente sencilla, no le
di un valor particular a las cartas de abajo, sólo a la de arriba como “significador”
y que me hablaba un poco de la persona quien consulta, en este caso Sandra.
Lo primero que se ve aquí, es que Sandra al ser representada por la
Sacerdotisa, me hablaba de una persona amable, inteligente y hasta un poco
independiente (era profesional). El concepto del amor que tenía en sí era profundo
y respetaba mucho su relación, así como a su pareja; pero el gran defecto que tenía
era su frialdad y su poca demostración hacia él, además que como buena
Sacerdotisa, esperaba siempre y tranquilamente recibir más amor del que quizá entregaba.
Otra cosa también, era que ella constantemente se sentía atacada por
sentimientos como celos o ira en contra de su novio por no llevar la relación
como ella quería, y aunque esto último pertenece más a las características de una
Sacerdotisa invertida, recordemos que por la posición de la carta, la condición
de la situación y la consulta, esta Sacerdotisa estaba más sometida a valores
negativos que positivos. Así que en conclusión, esta carta nos daba a entender que
la “culpa” era más de ella que de él.
Las cartas de abajo hablaban de la situación en sí. La carta del Carro
invertido representaba la ansiedad, la necesidad de Sandra de empujar la
relación constantemente hacia adelante, hasta el punto de forzar las cosas. Eso
indudablemente estaba comenzando a asustar a Enrique y sólo estaba generando en
él más resistencia. Así que el primer consejo para ella fue ése: la calma, que las cosas podían darse,
pero necesitaba en primer lugar detener su ansiedad por tratar de cambiar a la
otra persona y de forzarlo a dar un paso más a la relación, que él por ahora
quería tenerlo así y nada más.
La siguiente carta era muy positiva: la Rueda de la fortuna. Ésta carta
de cambios abruptos y de suerte, me hablaba que indudablemente ellos regresaban
a su antigua relación, pero específicamente era eso: un regreso, mas no una
evolución. Si la Rueda de la fortuna se hubiera acompañado de una carta más
optimista como el Juicio o el Papa o los Enamorados, podría haberle dicho que
la relación acabaría en matrimonio (que era lo que ella anhelaba), pero estaba
seguida por el Colgado. Una carta no sólo de estancamientos a futuro, sino
también de análisis de lo que ellos estaban viviendo. Así que le comenté eso:
que ellos regresarían, pero tendría que cambiar su actitud de forzar las cosas,
y dejar de presionarlo a él o actuar de forma hostil para empujarlo a hacer
algo que él por ahora no deseaba. Quizá en un futuro él hasta podría
sorprenderla, pero por ahora debía ser paciente. El Colgado al final le
corroboraba eso, diciéndole que no perdiera las esperanzas, pero que por ahora
las cosas iban a seguir así, hasta que la relación madurara un poco.
CONCLUSIÓN: Después de la
tirada Sandra quedó muy convencida de que su actitud no era la mejor. Le
aconsejé seguir las cosas con calma, sin forzar el carro donde viajaban juntos,
perimiténdose así dejarse llevar por el destino y el amor sin crear resistencias
para ella ni para él. Que luego evaluara todo y que si realmente lo amaba,
supiera esperar el momento oportuno que debería de darse para poder llegar al
matrimonio que tanto anhelaba.
TERAPIA FLORAL: Finalmente,
las flores que le di para tomar fueron las que correspondían para los cuatro
arcanos que le aparecieron en la tirada. Quedándole así la fórmula:
1.- LA SACERDOTISA à flor HOLLY: para que sintiera amor espontáneo e incondicional, y
evitar celos y ataques de ira contra él.
2.- EL CARRO à flor IMPATIENS: para que supiera esperar, para tener paciencia de que
las cosas solas se fueran dando, sin llegar a forzarlas.
3.- LA RUEDA DE LA FORTUNA à flor WHITE CHESTNUT: para dejar de
pensar obsesivamente sobre la misma situación, y permitir vivir las vida y su
parte sentimental más relajada.
4.- EL COLGADO à flor GORSE: pese a tener un periodo de estancamiento y reflexión donde quizá en unos cuantos meses no pasaría nada, Gorse le brindaría la
facultad de no perder las esperanzas en su relación, de continuar con ella
porque realmente amaba a su pareja.
Nota final: después de varias
semanas más, Sandra me llamó y me dijo que finalmente ella y Enrique habían
vuelto. Que se sentía más tranquila y estaba llevando las cosas con más calma. La
relación se mantuvo estable y un poco estancada por un tiempo largo, antes de
que se decidieran a dar el paso de la boda.
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