Para Rachel Pollack, una de las mejores escritoras
de Tarot, este Arcano de la Fuerza representa la primera carta relacionada al
autodescubrimiento, a la eliminación del ego y a la búsqueda del poder del
Inconsciente (una línea que va desde la Fuerza hasta el arcano XIV: la
Templanza). Esto significa que a través de este arcano –y los que sigan– vendrá
el proceso de la autoinvestigación en el hombre, en donde éste aprenderá a
conocerse a sí mismo y a la vez descubrirá sus poderes más sutiles que la
divinidad le brindó.
Sin embargo, antes de profundizar en estos
temas, así como en la simbología o significados de la Fuerza, es menester
señalar que este Arcano en muchas versiones ha sido cambiado de lugar con el
Arcano XI: la Justicia. El propio creador de la baraja Rider-Waite no da
ninguna razón de esto, y sólo argumenta vagamente que son razones personales.
No obstante, para quienes saben un poco de historia, este intercambio de lugar
entre la Fuerza y la Justicia se debe, probablemente, a que la Sociedad Alba
Dorada (una sociedad secreta a la que
perteneció Waite,) ya había hecho este cambio antes por varias razones, siendo
la más superficial y conocida que la Fuerza representaba el signo de Leo y la
Justicia a Libra, por tanto Leo debía ir antes que Libra. De cualquier manera,
actualmente en las diferentes barajas de Tarot se pueden encontrar tanto a la
Fuerza ocupando el lugar VIII o el XI, siendo las barajas más tradicionales,
quienes se apegan y se resisten un poco más a este cambio.
La Fuerza
como triunfo número ocho del Tarot, representa a manera general la fuerza espiritual
del ser, sacando a la luz los poderes del inconsciente, y logrando así,
controlar las pasiones, los instintos y el ego, para profundizar en los planos
más sutiles del ser.
LA FUERZA DEL TAROT RIDER-WAITE:
Una mujer coronada de flores cerrando
con tranquilidad las fauces de un león. Esto es lo primero que nos muestra esta
curiosa carta, la cual en vez de mostrarnos una escena que podría ser violenta,
está colmada de calma, comprensión y sobre todo amor. La mujer lleva en la
cabeza el mismo símbolo del infinito que llevaba el Mago, aludiendo no sólo a
su poder y energía casi divina, sino también a esa sabiduría universal. Está
coronada de flores, sus vestidos son blancos y su mirada candorosa, esto es
porque la carta alude ante todo a la bondad, a la pureza y la sencillez; aquí
no hay fuerza ni violencia, y el control que la mujer ejerce sobre el león no
necesita de una fuerza potencialmente bruta, sino que todo lo hacer con calma,
con sabiduría y con plena seguridad en sí misma. Esta doncella también lleva en
la cintura un cinto de flores que se prolonga hacia el cuello del león (aunque
no se aprecie bien, con esto se forma otro símbolo del infinito), esto nos habla
de que la fuerza espiritual es capaz de dominar cualquier instinto, fuerza
bruta, pasión o todo lo «peligroso» que hay en lo profundo de nuestro ser.
Ahora bien, el león como tal
significa la parte instintiva, las pasiones y el lado más brutal o «animal» que
todos tenemos. Sin embargo, ante todo el león simboliza la energía bruta y sin
pulir que viene del inconsciente; toda esa fuerza abismal y mental que tenemos
dormida en lo profundo de nosotros y que de alguna manera permanece allí oculta
y sin usar. La mujer es nuestra sabiduría, es la fuerza moral y espiritual que
logramos cuando encontramos seguridad y amor en nosotros, y por eso ésta es
capaz por sí sola de sobreponerse a la energía más abrasadora e instintiva del
león.
LA FUERZA DEL TAROT DE MARSELLA:
La Fuerza de la versión
Marsella es, en apariencia y esencia, muy similar a la versión Rider-Waite, en
donde se conserva la misma figura de una mujer con aspecto de gracia y paz,
dominando la fuerza bruta de un león. En esta versión las diferencias más
grandes que se puede notar es que la Lemniscata o símbolo del infinito, no
aparece tan evidente como en la versión de Waite, siendo camuflada por un sombrero
que, si se observa bien, da la apariencia del infinito (al igual como vimos en
el Mago).
Por otra parte, en la imagen se
aprecia que prima el color azul en la doncella, que en la versión marsellés
tiene que ver mucho con el poder del inconsciente e interior, mientras que el
rojo se muestra en la capa que ésta lleva puesta y que habla de la energía
exterior. Esto nos dice, nuevamente, que la doncella no domina al león por su
fuerza física, sino que es su fuerza espiritual y su bondad lo que logra
dominar todo el instinto y las pasiones.
LA FUERZA DEL TAROT BALBI:
La versión Balbi de este arcano resulta una mezcla muy
particular de la versión Waite y Marsella. En ella vemos la misma imagen de una
mujer cerrando con delicadeza las fauces de un león. Su aspecto resulta tan
pacífico como en las anteriores versiones, y la esencia de la carta es
particularmente la misma.
Los colores que abundan aquí
son el rojo, que es el vestido de la mujer y el pelaje del león; éste
representa toda la energía y la fuerza ya madurada y dirigida, en este caso la
energía de la mujer es bondadosa y está encauzada a dominar los impulsos inconscientes
e instintivos que habitan en el ser. Otro color que abunda es el verde, que es
símbolo de equilibrio y paz, aquí está muy bien representada, ya que aunque
existe la fuerza y la voluntad para dominar las pasiones e instintos, todo esto
se realiza con amor y tranquilidad. Y el último color que hay es el azul, que
tiñe tanto el cielo como las montañas puntiagudas de atrás. El azul es el color
no sólo de la espiritualidad, sino también de la mente, del inconsciente y la
introspección. Las montañas azules de atrás simbolizan toda esta fuerza mental
interior, poderosas dominando las pasiones.
La letra hebrea que le
corresponde es Kaf con un valor de veinte, y su signo zodiacal es Leo.
LA FUERZA DEL GOLDEN TAROT:
En la versión de
Golden Tarot, observamos una imagen un tanto distinta: en ella vemos a una
mujer que con sus brazos sujeta a un león, mientras atrás un noble caballero
(símbolo de la fuerza también física y masculina) se acerca con una bandera en
su mano y un ave negra reposada en su hombro. Esta imagen por palabras propias
de la autora, señala que en su versión original no había un león, sin embargo,
para mayor familiaridad y fidelidad a la versión Rider-Waite, decidió agregar
un león que reposa en los brazos de la mujer como símbolo de la misma fuerza
inconsciente.
VALOR ARQUETÍPICO DE LA FUERZA:
Ya hemos descrito el valor y la simbología básica que tiene
esta carta, tanto de sus aspectos más superficiales como sutiles. Ahora
hablando un poco del valor colectivo que ella representa, debemos señalar que
esta carta resulta una de las más curiosas y quizá «ficticias» de todo el
Tarot, pues si nos preguntamos, ¿cómo es posible que una mujer tenga más fuerza
que un león? Nos vienen a la mente un montón de contradicciones. Recordemos que
el león como tal es símbolo no sólo de fuerza bruta, sino también de brutalidad
y voracidad. Entonces lo primero que debemos entender es que aquí, a pesar de
la carta llevar el nombre de Fuerza,
realmente no se está refiriendo a la fuerza bruta o física en sí, sino a la que
yace en el interior del hombre, aquella que tiene que ver con la inteligencia,
la voluntad y sobre todo con la espiritualidad y el amor que nos llevan a tener
la diplomacia para dominar todo lo que nos rodee con calma. Por eso la mujer
realiza la acción con tranquilidad y candor, pues en realidad ella no pelea ni
intenta lastimar al león, simplemente trata de dominarlo, de hacer uso de su
energía tan brutal y primitiva para beneficio propio.
Otro concepto también real de
este arcano, y como dijo una de las grandes autoras: Rachel Pollack, es que
esta carta tiene la intención de profundizar más allá del ego, del yo. Por eso
está después del Carro, pues nos educa a profundizar en el inconsciente, a
sacar las energías primarias y dormidas del ser (representado por el león),
para así conocernos un poco más, lograr dominar nuestras fuerzas invisibles y
así, alcanzar un mayor nivel evolutivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario