Empiezo este tema con esta cita tan importante porque, como ya vengo hablando desde los dos escritos anteriores aquí, hoy me corresponde escribir sobre el tema más importante que concierne a este blog, el que lo enciende, el que lo justifica; todo con el fin intentar transmitir una información útil y servible para todos quienes trabajamos con esto del "esoterismo y las energías".
Intentaré ser lo más breve-claro-didáctico posible (combinación muy difícil), para trasmitir cuál es el principal fin al mezclar ambas herramientas y darles un uso adecuado. Cabe señalar antes, que en ningún caso pretendo convencer a otros a usar esta metodología; si por aquí hay alguien que sólo se interesa por las flores o en el tarot, está muy bien, porque somos seres humanos distintos y cada uno es libre de elegir el método que crea más útil.
Ahora sí, vamos de lleno con el tema:
Para quienes conocen algo del Tarot, ya sabrán lo útil que puede resultar utilizarlo en muchos aspectos de la vida (aunque casi siempre lo usemos como adivinación); por lo tanto, podemos decir que éste corresponde a uno de los principales oráculos consultados hoy. Y ya sea por los siglos de historia que tiene, o por su esencia que ha trascendido a todas las censuras y los horrores de la historia. Hoy en día contribuye a ser el perfecto aliado para cualquier persona que necesite de un consejo o de una ayuda.
Por otra parte, en el caso de las flores de Bach, sabemos que existen, que están ahí, cargándose con la energía de la naturaleza y el sol; y aunque aún no se sabe bien el verdadero motivo "científico" por el que Edward Bach las eligió precisamente a ellas, lo cierto es que desde el comienzo de su uso hasta la fecha, han causado gran impacto y maravillosos cambios en muchas personas.
Sin embargo, aquí la pregunta es: ¿Y qué rayos puede tener en común treinta y ocho florecitas de Bach para sanar la mente, y una baraja de naipes para leer el futuro? La respuesta es muy simple, y yo la traduzco en dos palabras: "Diagnóstico-Tratamiento".
Sí, porque ya lo dijo Julia Conesa en su libro sobre esta asociación, aunque ella se haya enfocado más al aspecto terapéutico. Pues si nos ponemos a analizar, esta unión no es tan descabellada como parece, y perfectamente la podemos utilizar tanto en fines terapéuticos, psicológicos o adivinatorios. Pues ese proceso "diagnóstico-tratamiento", siempre estará presente en cualquier tipo de consulta que hagamos con el Tarot, aún en las más triviales.
Y ahora esta otra pregunta: ¿Cómo es que el Tarot y las Flores de Bach se pueden conectar para trabajar juntos? La respuesta está en que básicamente, cualquier proceso que concierna trabajar en consulta atendiendo alguna afección física, psicológica, energética o espiritual, va a llevar consigo siempre esa pauta del "diagnóstico-tratamiento", pues sin estos dos procesos, sería totalmente ilógico que la persona nos consultara. Cuando echamos las cartas a alguien, básicamente le estamos diciendo lo que le pasó, lo que le pasa y lo que probablemente la pasará; en otras palabras, le estamos dando un diagnóstico, una explicación de cómo se siente y en la situación en la que está inmersa. Entonces a partir de aquí tendremos el camino que nos llevará a ese presunto "tratamiento". Y lamentablemente, el Tarot por muy bueno que sea aconsejándonos, carece totalmente de una herramienta efectiva que nos permita sentirnos mejor o sobrellevar algún dolor en el presente o el futuro, por lo tanto, como tarotistas lo único que nos queda es dar consejos, consejos y más consejos; palabras y palabras que muchas veces la gente no oye, o sí cree oír, pero ya en la ruta de regreso a casa las olvida. Y a lo mucho (y sólo los tarotistas que nos damos el tiempo y el amor de atender de verdad), podemos recomendar o hacer ahí mismo alguna sesión de meditación con alguna carta que nos sirva (tipo La Estrella o La Templanza para iluminar o calmar las aguas), sin embargo, ¿cuántas veces lo hará la persona en casa? No podemos saberlo, y al final nos podemos quedar con ese gusto a poco porque el consultante todavía se va "triste por sentirse triste", o porque se le anunció que tendrá un problema importante en su familia y nosotros no podemos hacer más allá para cambiarlo, o mejor dicho, para que esa persona sobrelleve su futuro o su presente de mejor manera. Y es aquí, precisamente en este punto, donde necesitamos urgente alguna herramienta que nos permita "sanar" a esa persona, lógico está que dependiendo el caso y la ética del brujito o la brujita, lo primero que se venga a la cabeza sean cosas como encender velas, hacer amarres extraños y muchas veces oscuros, rituales religiosos, etc. Pero lo cierto, es que en muchos casos esos "amarres" y esos "rituales" en ningún caso mejoraran el lado emocional profundo de la persona, y por consiguiente, seguirá sintiendo ese vacío a pesar de tenerlo todo (tipo 2 de bastos). Así que básicamente, ¿cuándo intervienen las flores? Cuando llega la hora del tratamiento, cuando llega la hora de hacer algo con esa lectura más allá de los consejos, de la meditación y los amarres, y cuando vemos que la persona necesita urgente algo para cambiar su estado emocional o sanar algún aspecto de su vida íntima.
Entonces, al final nos quedaría expresado algo así:
Entonces, al final nos quedaría expresado algo así:
DIAGNÓSTICO = TAROT
TRATAMIENTO = FLORES DE BACH (batallando contra otro métodos, como los populares amarres y rituales.)
TRATAMIENTO = FLORES DE BACH (batallando contra otro métodos, como los populares amarres y rituales.)
Lo importante aquí no es en ningún momento limitar la lectura o hacerla encajar en un grupo de flores, sino hacer el proceso normal, y dependiendo de las cartas que aparezcan y la situación que se vea en su presente/futuro, seleccionar las mejores que se requieran (para eso hay una pauta que en temas futuros abordaré [arcano por arcano y flor por flor] para no confundirnos.)
Y ahora, para muestra un botón, haré un ejemplo de una lectura en donde podríamos utilizar perfectamente las Flores de Bach, y dice así: Supongamos que un día X, viene una señora a la que llamaremos... Marta, con 56 años, casada y con dos hijos ya grandes. Viene a consultarnos porque quiere saber su vida en general y sobre todo la parte amorosa. Le echamos las cartas (diagnóstico), y descubrimos que aparece un presente muy cómodo, muy amable y cariñoso (tipo 10 de copas), sin embargo, en el futuro se ven problemas en ése ámbito, digamos por ejemplo que en un periodo breve ella tendrá problemas con su esposo porque él se fue de coqueto por ahí, y ella naturalmente, con sus ataques de celos e ira acabará por desestabilizar más la relación. ¿Qué hacemos después de la lectura? Sí, ya sé... vamos con los consejos, le decimos lo que pasa, la actitud que debe tomar, que no será nada grave y que se superará, etc., etc. Sin embargo, ella ya preocupada nos mira feo, pero a la vez con ese rostro simpaticón de complicidad, donde nos dice con la mirada básicamente si nosotros como brujitos podríamos hacer algo para "cambiar y mejorar" ese asunto. ¿Merecería eso usar algún amarre tipo "agua de poto" como le dicen en mi país? ¿O hacerla gastar dinero en rituales, velas y collares mágicos para que al final ni siquiera lo haga? Que no. Que mejor lo que hacemos es darle unas cuantas florecillas de Bach, en un frasquito y que lo tome diario; y probablemente la crisis llegará, sí, pero después de llevar tomando un tiempo sus gotitas de Holly para el amor, de Heather para que no sea tan castrosa y unas de Vine para que no domine tanto, seguramente estará más equilibrada y enfrentará mucho mejor la situación que pasará. O también puede ser en que YA ESTÉ pasando la situación, en ese caso mucho mejor todavía, le damos las gotas y pronto veremos un cambio, aunque sea un mínimo cambio en su estado de ánimo. Fin.
En resumen: Tarot y Flores de Bach una alianza perfecta, uno como diagnóstico y la otra como tratamiento. Siempre ser éticos y tratar de entregar el mayor amor y amabilidad con quien nos consulte, hacer sesiones de meditación, dar muuucho consejo, y si todavía eso no funciona y ANTES de pensar en los rituales y esas cosas, ver primero la posibilidad de usar florecitas de Bach para calmar los ánimos de quien nos consulta. Probablemente nos sorprenda ;).
NOTA FINAL: En vista de que el tarot nos puede hablar de futuros a largo plazo (tipo más allá de 3 meses), las flores de Bach sólo son recomendadas en casos de adivinación cuando vemos que la situación que viene es inminente, y sobre todo a corto plazo. Mejor aún si la persona está viviendo en el presente la situación o la viene arrastrando del pasado, porque así las flores podrán actuar de inmediato, sin embargo, si es una situación futura; fijarnos si realmente nos servirá que las tome tan pronto, ya que no serviría de mucho tomarlas en febrero para una situación que probablemente ocurra en diciembre. Así que si hablamos de periodos cortos está muy bien, sino, conviene mejor esperar.
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